Alimentación
Setas.
Denominación y variedades: Se conocen innumerables variedades de setas, por lo que resulta imposible detenernos en todas ellas. ¿Que aspecto tienen? Forma: la seta está formada por un sombrero semiesférico o plano y pie cilíndrico. Tamaño: el sombrero suele medir de 3 a 12 cm de diámetro, siempre dependiendo de la variedad. En sí la seta puede medir de 3 a 10 cm de alto. Peso: dependiendo del tamaño variará entre los 10 y 20 g. Sabor: por lo general presentan un sabor suave. ¿Cuando las encontramos y en qué condiciones? Las setas se encuentran en otoño, en los meses de septiembre, octubre y noviembre, meses en los que hay más humedad. El mejor ejemplar y su conservación Para recolectar setas es preciso conocerlos muy bien, consumiendo exclusivamente aquellos que reconozcamos y no recolectar las que dudemos. Características nutritivas Las setas pueden contener entre un 80% y un 92% de agua. Acercan aproximadamente un 2%- 3% de proteínas. Además contienen entre un 3-5% de hidratos de carbono simples y complejos, mientras que apenas el 0,2- 0,5% de su peso total está formado por grasas. Tiene unas características nutritivas muy importantes, ya que contiene cantidades importantes de vitamina y minerales. Minerales: de su contenido mineral destacaremos el fósforo, potasio y magnesio por ser los que se encuentran en mayor proporción, seguidos del cobre y el zinc. Vitaminas: en cuanto a la aportación de vitaminas, nos vamos a encontrar cantidades significativas de todas, excepto de vitamina B12, vitamina C y vitamina La. Destacaremos la niacina y la vitamina B1, B2, B6 y folatos que son las que se encuentran en mayor proporción. Además encontraremos cantidades significativas de vitamina D. Beneficios. Las setas son alimentos con larga tradición culinaria y medicinal, utilizándose actualmente en muy diversas formas. Por eso les vamos a descubrir alguna de las propiedades saludables que se atribuye a algunas setas: Obesidad e hipercolesterolemia: las setas son alimentos con muy baja aportación de grasas y nulo de colesterol, por eso es uno de los alimentos que más se utilizan en el tratamiento de la obesidad y las patologías relacionadas con alteraciones del perfil lipídico, como la hipercolesterolemia. Además contienen bastante fibra por lo que su ingesta produce cierta saciedad. Actualmente, se habla mucho de la hipotética relación entre la ingesta de algunas setas y la salud. Podemos poner algunos ejemplos de estos hipotéticos efectos que, desde luego, no se comprobaron científicamente a ojos vistas: Shiitake: debido a la presencia de ciertos de sus componentes, favorecería la producción de linfocitos T, estimulando la inmunidad, reduciría los niveles de colesterol, podría tener un papel antiviral y antitumoral. Enoki: se le atribuyen propiedades anticancerígenas y de mejora de las defensas. Maitake: contiene un polisacárido a lo que se le atribuyen propiedades anticancerígenas, antihipertensivas y antidiabéticas. Reishi: inmunoestimulante y anticancerosa ¿Y si nos excedemos? Los niños, enfermos y ancianos deben ser especialmente prudentes en el consumo de setas silvestres ya que son individuos más sensibles a los tóxicos que pudieran tener las setas. No es conveniente consumir más de 500 g de setas silvestres a la semana, ya que pueden contener cantidades significativas de metales pesados como el plomo, cadmio y mercurio. Esta cantidad la va reducida hasta los 200 g por semana en niños y embarazadas. Hay personas que pueden ingerir sin problemas setas nuevas, pero los viejos les resultan indixestos y pueden padecer problemas digestivos. Modo de preparación y empleo: Desecadas: una vez desecadas algunas setas mejoran sus propiedades e intensifican su aroma. En aceite: gracias a este método se conservan las setas de mayor tamaño y con más carne. En vinagre: gracias al vinagre las setas pueden conservarse meses pero siempre manteniéndolos en lugar fresco. En sal: antes de consumirse las setas en sal debe ser lavados, siendo algunas de las especies indicadas para este tipo de conservación los boletus y los níscaros. Congeladas: pueden conservarse hasta 6 meses, pudiéndose congelar una vez sean cocinadas. En polvo: se utilizan en la elaboración de salsas, créemelas y sopas. |
Nueces para la memoria: una razón más para comerlas a diario
El consumo habitual de nueces se asocia la una mejor memoria de trabajo, la que permite el almacenamiento a corto plazo de la información, según un reciente ensayo.
Un consumo elevado de alimentos ricos en polifenois propios de la cultura y la dieta mediterránea, como las nueces y el aceite de oliva virgen, se asocia con una mejor puntuación en pruebas de memoria y en la función cognitiva global en personas ancianas con factores de riesgo cardiovascular.....
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